¿Sus toallas de microfibra están perdiendo su magia? Se sienten rígidas y no absorben como antes. He aquí cómo restaurarlas con un simple lavado.
La mejor forma de lavar las toallas de microfibra es utilizar un detergente líquido suave, lavarlas separadas de otros tejidos en agua templada y evitar los suavizantes y el calor intenso. Este sencillo proceso mantiene sus exclusivas fibras absorbentes y suaves durante más tiempo.
Mantener sus toallas de microfibra en plena forma es más fácil de lo que cree. Se trata de evitar algunos errores comunes que pueden arruinar sus fibras especiales. En mis años en la industria textil, he visto a muchas empresas luchar con esto, pero una vez que conozca los pasos correctos, sus toallas funcionarán perfectamente durante años. Veamos exactamente lo que hay que hacer, paso a paso.
¿Se pueden meter las toallas de microfibra en la lavadora?
¿Le preocupa estropear sus toallas de microfibra al lavarlas? Mezclarlas con todo lo demás puede obstruir sus fibras e inutilizarlas. Esta es la forma correcta de hacerlo de forma segura.
Por supuesto. El lavado a máquina es la forma más eficaz de limpiarlas. Sólo asegúrese de lavarlos sólo con otros artículos de microfibra. Esto evita que las pelusas de otros tejidos, como el algodón, se adhieran a las fibras y reduzcan su poder de limpieza.
La lavadora es la mejor forma de eliminar la suciedad más incrustada en las toallas. La clave está en proteger las fibras que las hacen tan eficaces. La microfibra funciona porque tiene una carga estática que atrae y atrapa el polvo, la suciedad y las pelusas. Cuando se lava con otros materiales, especialmente fibras naturales como el algodón o el rizo, hace su trabajo demasiado bien. Atrae todas las pelusas sueltas de esos artículos y las retiene, lo que obstruye la microfibra y la hace menos absorbente. Una vez un cliente de un hotel se quejó de que sus toallas nuevas no funcionaban. Resultó que las lavaban con sus albornoces de algodón. En cuanto separaron la colada, el problema desapareció.
Buenas prácticas de lavado a máquina
Para obtener los mejores resultados, hay que preparar el lavado correctamente. No se trata solo de lo que pones, sino también de cómo lo lavas.
Visite | No lo hagas. |
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Lavar sólo con otros microfibra. | Mezclar con algodón u otros tejidos. |
Utilice un ciclo suave o delicado. | Utilice un ciclo de trabajo pesado o agresivo. |
Utiliza una bolsa de lavandería para mayor protección. | Sobrecargar la máquina. |
Utilizando un bolsa de malla para la colada es un gran consejo, especialmente para las prendas de microfibra más pequeñas o delicadas. Añade otra capa de protección y garantiza que no se enganchen ni se estiren demasiado durante el centrifugado. Este pequeño paso puede prolongar significativamente la vida de su inversión.
¿Cuál es la mejor manera de limpiar las toallas de microfibra?
¿Sus métodos de limpieza están empeorando sus toallas? Utilizar el jabón equivocado puede dejar un residuo que bloquea la absorbencia. Descubra la mejor forma de limpiarlas de verdad.
El mejor método es utilizar un detergente especializado para microfibras o un detergente líquido suave y sin colorantes. Utilice sólo una pequeña cantidad. Evite los suavizantes y la lejía, ya que obstruyen las fibras y dañan el material, inutilizando las toallas.
El producto de limpieza que elija es el factor más crítico después de separar las toallas. La microfibra está hecha de poliéster y poliamida, que son esencialmente formas de plástico. Los productos químicos agresivos y los aditivos pueden arruinarlas al instante. El suavizante es el enemigo número uno. Actúa recubriendo las fibras con una película cerosa y lubricante que las suaviza. En la microfibra, esta película obstruye completamente los poros microscópicos, destruyendo la capacidad de la toalla para absorber el agua y recoger la suciedad. La lejía es igual de perjudicial, ya que puede romper las fibras de poliamida y hacer que la toalla se vuelva quebradiza y débil. Siempre aconsejo a nuestros clientes que se atengan a lo básico. Todo lo que necesitas es un detergente sencillo que se aclare.
Enfrentamiento de productos de limpieza: Qué usar y qué evitar
Piénsalo así: quieres limpiar las fibras, no recubrirlas.
Agente de limpieza | Por qué funciona (o no) | Recomendación |
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Detergente Microfibra | Especialmente formulado para limpiar y descomponer la suciedad más incrustada sin dejar residuos. | La mejor elección |
Detergente líquido suave | Sin colorantes, perfumes ni suavizantes. Se aclara fácilmente. | Buena alternativa |
Vinagre blanco | Puede añadirse al ciclo de aclarado para eliminar los residuos y suavizar las toallas de forma natural. | Utilizar con moderación |
Suavizante | Recubre y obstruye las fibras, destruyendo la absorbencia y el poder de limpieza. | Evitar completamente |
Lejía | Degrada las fibras de poliamida, debilitando la toalla y haciéndola ineficaz. | Evitar completamente |
Detergente en polvo | Puede dejar gránulos sin disolver atrapados en las fibras. | Utilice líquido en su lugar |
Si tus toallas empiezan a estar rígidas, un truco estupendo es lavarlas con media taza de vinagre blanco destilado sin detergente. El vinagre ayuda a disolver cualquier acumulación de minerales o detergente y puede devolver a la toalla gran parte de su suavidad y absorbencia originales.
¿Puedo meter las toallas de microfibra en la secadora?
¿Teme que la secadora derrita sus toallas de microfibra? El calor es su mayor enemigo, ya que las vuelve rígidas e inservibles. Aquí te explicamos cómo secarlas sin que sufran ningún daño.
Sí, puedes utilizar una secadora, pero sólo a baja temperatura o sin calor. El calor alto derretirá las delicadas fibras, haciendo que las toallas se vuelvan duras e ineficaces. El secado al aire es siempre la opción más segura y mejor si es posible.
El calor es la forma más rápida de destruir una toalla de microfibra. Recuerde que el material es un tipo de plástico. Cuando se expone a altas temperaturas en una secadora, las diminutas y delicadas fibras pueden fundirse, fusionarse y endurecerse. A esto lo llamamos "glaseado por calor". Una toalla esmaltada pierde toda su suavidad y puede incluso rayar las superficies. He visto que esto ocurría con toallas utilizadas por detallistas de coches que tenían prisa. Las metían en una secadora caliente y una toalla $10 de primera calidad se estropeaba en un solo ciclo. Para evitarlo, comprueba siempre los ajustes de la secadora. La única forma segura de secar a máquina es a baja temperatura o con un ciclo de aire.
Métodos de secado: Ventajas e inconvenientes
El mejor método depende del tiempo de que dispongas y de lo precavido que quieras ser.
Método de secado | Pros | Contras |
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Secado al aire | - El método más seguro, sin riesgo de daños por calor. - Eficiente energéticamente y gratis. - Maximiza la vida útil de la toalla. | - Lleva más tiempo. - Puede sentirse ligeramente rígido si no se esponja. |
Secado en secadora a baja temperatura | - Rápido y cómodo. - Ayuda a esponjar las fibras y a mantener la suavidad. | - Riesgo de daños si el calor es accidentalmente demasiado alto. - Utiliza energía. |
Secado en secadora sin calor | - Muy seguro, sin riesgo de fusión. - Esponja las fibras mejor que el secado al aire. | - Más lento que el secado a baja temperatura. - No todas las secadoras disponen de este ajuste. |
Si opta por secar a máquina, eche unos bolas de lana para secadora. Rebotan, separan las toallas y ayudan a que se sequen más rápido y tengan un tacto más suave. Y lo que es más importante, lo hacen sin los productos químicos que contienen las toallitas para secadora, que, al igual que el suavizante, obstruyen los poros de la microfibra.
¿Lavo las toallas de microfibra con agua caliente o fría?
¿El agua caliente limpia mejor o daña las toallas? Utilizar una temperatura de agua incorrecta puede hacer que tus toallas no se limpien o dañar permanentemente sus fibras. Vamos a aclararlo.
Lave siempre las toallas de microfibra en agua fría o templada, nunca caliente. El agua caliente puede dañar las fibras, al igual que el calor de la secadora. El agua templada es suficientemente eficaz para eliminar la suciedad sin dañar la estructura del material.
La temperatura adecuada del agua establece un equilibrio entre la limpieza eficaz y la conservación de las fibras. Al igual que con la secadora, el calor excesivo de la lavadora puede hacer que las fibras de plástico se deformen o se derritan ligeramente. Aunque no es tan dramático como una secadora caliente, el lavado repetido en agua caliente acortará la vida útil de la toalla y reducirá su rendimiento con el tiempo. El agua templada es el punto ideal. Es lo bastante templada para ayudar a desprender los aceites, la grasa y la suciedad más resistente de las fibras, permitiendo que el detergente actúe con eficacia. El agua fría es la opción más suave y es perfecta para toallas poco sucias o para aquellos que buscan la mayor eficiencia energética posible.
Temperatura del agua y eficacia de la limpieza
La elección de la temperatura adecuada depende del grado de suciedad de las toallas.
Temperatura del agua | Lo mejor para | Impacto en las fibras |
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Frío (por debajo de 30°C / 86°F) | Toallas poco sucias (por ejemplo, para quitar el polvo o limpiar cristales). Máximo ahorro de energía. | El más suave. Lo mejor para conservar las fibras el mayor tiempo posible. |
Caliente (30-40°C / 86-104°F) | Toallas de suciedad moderada a fuerte (por ejemplo, fregado, limpieza de automóviles, derrames de cocina). | El equilibrio ideal. Limpia eficazmente sin causar daños significativos. |
Caliente (por encima de 40°C / 104°F) | No recomendado para microfibra. | Alto riesgo de daños permanentes. Puede hacer que las fibras se fundan, se pongan rígidas y pierdan eficacia. |
Para la mayoría de nuestros clientes comerciales, desde hoteles a servicios de limpieza, recomiendo un lavado estándar con agua templada. Proporciona una limpieza consistente y fiable para todo tipo de suciedad sin poner el inventario de toallas de riesgo. Para un uso doméstico general, en el que las toallas pueden no estar tan sucias, el lavado en agua fría es una opción fantástica y segura.
Conclusión
Lave la microfibra por separado en agua tibia con un detergente suave. Evite los suavizantes y el calor intenso. Esta sencilla rutina mantendrá tus toallas como nuevas durante años.